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MILY BALAKIREV 1837-1910

junio 9, 2009

 

Nació en Nizhny Novgorod, y murió en San Petersburgo, Rusia.

Su nombre completo era Mily Alekseyevich Balakirev; líder de un grupo de compositores rusos llamado “Los Cinco” (o “Los Poderosos Cinco”), que expresaba la importancia de tener una escuela nacionalista de música rusa. Fue concertista de piano, y asumió como director de la Escuela Libre de Música en 1862.

Compuso canciones, poemas sinfónicos, piezas para piano y música orquestal.

Balakirev recibió sus primeras lecciones de música por parte de su madre, y más tarde estudió con Alexander Dubuque y Karl Eisrich. A los 15 años empezó a componer, y siguió haciéndolo mientras perseguía a las matemáticas en la Universidad de Kazan, entre 1853 y 1855. Comenzó como pianista en concierto a fines de 1855, y cobijó bajo sus alas a cuatro jóvenes compositores, empezando con César Cui y Modesto Mussorgsky, luego Aleksandr Borodin y Nikolay Rimsky-Korsakov. Los cinco finalmente formaron lo que se conoce como “Los Poderosos Cinco” o “Los Cinco Rusos”.

Entre sus obras sobresalientes, están: la música de acompañamiento para el “Rey Lear” (de William Shakespeare), “Islamey” (fantasía oriental para piano), “Tamara” (poema sinfónico), “Piano Sonata”, “Sinfonía No. 2”, “Obertura sobre Temas Rusos”, y “Segunda Obertura sobre Temas Rusos”.

Se ha hablado mucho sobre la naturaleza autoritaria de Balakirev, casi hasta el punto de ser considerado un tirano, lo cual le valió muchos enemigos. Una cadena de luchas personales hizo que poco a poco se fuera retirando de la música. Finalmente regresó a su puesto en la Escuela Libre de Música, y siguió componiendo.

Islamey

La fantasía oriental “Islamey”, de Mily Balakirev, ha asumido una infame aunque irresistible reputación en el repertorio pianístico. Durante un cierto tiempo, Islamey fue promocionado ampliamente como la obra más difícil técnicamente en la literatura, hasta el punto que Ravel expresó su deseo de hacer su conjunto de piezas, Gaspard de la Nuit, “más difícil que el Islamey de Balakirev”.

Influenciado por la música oriental, Islamey es una obra que consta de tres partes. El motivo de apertura introduce el material temático principal de la fantasía, que se embellece a través del uso de terceras dobles, octavas en figuraciones y otros artilugios pianísticos a lo largo de toda la obra. La primera parte de la obra procede en gran parte del motivo inicial. La segunda parte es tal vez la más oriental de las tres. La escritura lenta, de ensueño, exótica, aquí se presenta en marcado contraste con las otras tres partes, rimbombantes y fogosas; curiosamente, a menudo la belleza de esta sección media pasa inadvertida para quienes desestiman a Islamey como una pieza con poca, o ninguna, sustancia musical. A su debido tiempo, la obra ingresa en su tercera sección, regresando al material temático de la apertura, llegando finalmente a una impresionante coda tan emocionante para el pianista como para el oyente.

Islamey fue estrenada por el pianista Nikolai Rubinstein, además de ser defendida por pianistas de la talla del mismísmo Franz Liszt. Conserva su reputación como un tremendo desafío técnico para los pianistas; la escritura es pianística y natural en su mayor parte, llena de octavas, escalas y notas dobles. La ejecución en vivo es un poco arriesgada (bastante) aún para el más entrenado de los pianistas, pero la naturaleza electrizante de la tarea hace que todos los riesgos valgan la pena.

Fuente Consultada:

Piano Society